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Se acaban las clases, hace calor y todo indica que la diversión de las vacaciones ya está aquí. ¡Pero ojo! Las vacaciones de verano no son excusa para descuidar nuestra salud dental, por eso te damos estos buenos consejos de higiene y seguridad bucodental para evitar complicaciones que podrían arruinar la mejor época del año.

Seguridad en la piscina

Para la mayoría de las familias, ir a la piscina es la mejor manera de pasar un día de verano. Muchas clínicas dentales reportan que numerosas emergencias durante los meses de vacaciones se deben a los accidentes en la piscina. Mientras nadan, los niños pueden golpearse en el borde de la piscina, rompiéndose o aflojando alguno de sus dientes frontales. También son comunes los resbalones, caídas y zambullidas en “aguas poco profundas”. Por lo tanto, advierte a tus hijos sobre estos peligros para mantener sus dientes a salvo.

En caso de accidente (los niños son niños), acude al dentista de inmediato.

Ten a punto un kit de emergencias

Debido a los diversos riesgos para la salud bucal en verano, es recomendable ser precavidos. Por este motivo, te recomendamos llevar contigo un kit de emergencia dental (o dos) con los siguientes artículos para llevar en el coche o en la bolsa de playa:

  • Tarjeta con el número de teléfono de tu dentista
  • Gasas o pañuelos
  • Solución salina
  • Recipiente pequeño con tapa (en caso de que un diente se rompa y haya que salvaguardarlo hasta llegar a la clínica dental, o para guardar un bracket que se haya caído).

Practica deporte de forma segura

Si a tu familia le gustan los deportes, ¡no te olvides de las férulas dentales protectoras! Las lesiones deportivas generalmente implican dientes frontales rotos o astillados, raíces fracturadas y labios cortados. Pero si usas una férula protectora cuando practiques deportes de contacto como el fútbol, evitarás estos accidentes.

Si llevas ortodoncia, una férula dental te protegerá de cortes en los tejidos blandos y evitará daños en los brackets. Si no tienes férula protectora, habla con tu dentista para conseguir una a medida.

Consume aperitivos saludables

Durante el verano, tu casa puede llenarse de niños yendo y viniendo durante todo el día. Y con tanto tiempo para “picotear”, la puerta de la nevera no da abasto. Dado que la caries dental puede ser un riesgo después de un verano comiendo demasiados dulces, este es un buen momento para animar a la familia a cambiar los alimentos poco saludables por versiones más sanas.

Ten siempre en la nevera queso, yogures y frutas y verduras frescas, como fresas, arándanos, manzanas y zanahorias. Estos alimentos son nutritivos y fáciles de consumir por los niños (sobre la marcha). Cambia los refrescos y zumos envasados por agua y leche.

Controla la higiene bucodental en verano

Que los niños no vayan a la escuela todas las mañanas no significa que su rutina de higiene bucal también pueda irse de vacaciones. Si vuestros horarios de verano son un poco caóticos, probablemente tendrás que recordarles a todos que tienen que cepillarse los dientes después de las comidas, así como usar hilo dental todos los días. No olvides incluir en el neceser cepillos de dientes para viajes y dentífrico nuevo para estar preparado en caso de excursiones improvisadas.

Programa visitas con el dentista

El verano es un buen momento para visitar a tu dentista, ya que es más fácil programar revisiones durante las vacaciones escolares. Si tu familia se realiza un chequeo dental a principios del verano en lugar de más tarde, se puede realizar cualquier tratamiento dental necesario, por lo que es menos probable que un dolor de muelas o la pérdida de empastes sean un problema durante las vacaciones.

La salud bucal de tu familia en verano no tiene por qué resentirse. Vuestro esfuerzo dará sus frutos cuando todos tengáis una salud dental de hierro para la vuelta al cole.